Historia del automóvil

Uno
de los inventos más característicos del siglo XX ha sido sin duda el
automóvil. Los primeros prototipos se crearon a finales del XIX, pero no
fue hasta alguna década después cuando estos vehículos empezaron a ser
vistos como algo "útil".
El
intento de obtener una fuerza motriz que sustituyera a los caballos se
remonta al siglo XVII. La historia del automóvil recorre las tres fases
de los grandes medios de propulsión: vapor, electricidad y gasolina.
El primer vehículo a vapor (1771) es el "carromato", creado por Nicolás Gugnot, demasiado pesado, ruidoso y temible.

El
segundo es el triciclo de William Murdock, movido por una máquina de
Watt, que data del año 1784; con sus delgadas ruedas y su pequeña
chimenea en la parte posterior, parece mucho más delicado que el
anterior.

El
tercer vehículo a vapor fue presentado en 1804 por Oliver Evans; era un
enorme barco anfibio que había sido construido para dragar el río
Schuykill y estaba provisto por una parte, de cuatro ruedas para caminar
por tierra, y por otra, de una rueda de paletas que le impulsaba por el
agua.

Animados
por estas creaciones, muchos otros inventores construyeron diversos
vehículos impulsados con vapor. Por citar algunos y su fecha de
creación:
1824 - David Gordon

1824 - William Henry James

1826 - La London & Bath de Gurney

1829 - L'avant train de Gurney

1829 - Transport James Anderson

1830 - L'infant de Walter Hancock

1833 - Macerone & Squire

1840 - La G.S.C.C. de F. Hill

1854 – Bordino

1858 - Voiture légère de Thomas Rickett

1860 - Voiture de Jean Joseph Etienne Lenoir

1862 - Voitue de Greenwich par T. Cowan

1873 - L'Obéissante de Bollee

1878 - Jacquot Tonneau

1878 - La Mancelle d'Amédée Bollee

1881 - La Rapide d'Amédée Bollee

1885 - De Dion Bouton

Durante
la segunda mitad del siglo XIX se manifestó la necesidad cada vez mayor
de un vehículo mecánico que pudiese transitar por las calles. La
invención del coche de vapor fracasó por ser una máquina muy pesada y de
difícil conducción.
El
nacimiento del automóvil llegó gracias al invento de Dunlop, las
llantas neumáticas, pero también se necesitaba de un motor. Esta
exigencia se cumplió con la aparición del motor eléctrico, una vez
solucionados los problemas de la generación de corriente y su
distribución.

Otros inventores, en cambio, investigaron en otra dirección: el motor de gas.
Etienne
Lenoir, un ingeniero francés, construyó en 1883 una máquina que era
impulsada con gas de carbón común: llegó a colocarla sobre ruedas y
viajaba en ella.

Siegred
Marcus, un inventor vienés, utilizó por primera vez en 1875 gas de
petróleo para mover un pequeño coche por las calles de Viena.

En
1884, el inglés Edward Butler equipó en Londres un pequeño triciclo con
un motor de nafta de dos cilindros, gasificador y encendido eléctrico.
Era uno de los inventos más adelantados para esa época, pero no tuvo
demasiado éxito por la "ley de la bandera roja", que prohibía a los
vehículos sin caballos transitar a más de 6 1/2 kilómetros por hora en
los caminos libres y 3,2 kilómetros por hora en lugares poblados.

Otto
En
Alemania, entre tanto, se produjo un progreso permanente. Empezó en
1872 con el motor de gas de Nikolaus Otto. Si bien esta máquina dependía
del gas de la cañería común, significó un gran adelanto. Otto utilizó
el sistema de émbolo-cilíndrico de la máquina de vapor; pero en su motor
-y desde entonces en todos los motores de explosión- la combustión
tenía lugar en el interior y no en una caldera especial, como en las
máquinas de vapor.
Gottlieb
Daimler ingresó en las fábricas de Otto y contribuyó en gran escala a
mejorar el motor de gas. Estaba convencido de que allí se encontraba la
máquina ideal para el tránsito por las calles. Otto, en cambio, opinaba
que su motor sólo servía para una máquina fija.

Daimler
abandonó finalmente la fábrica de Otto y construyó su primer vehículo
alimentado por gasolina: una motocicleta. La probó en 1885, mientras
Karl Benz ya había construido unos meses antes un vehículo impulsado por
gasolina.
Karl Benz patenta el primer auto a motor

El
conocimiento de Benz de una bicicleta del tipo "sacudidor de huesos" lo
indujo a pensar en la posibilidad de mecanizar el tránsito en las
calles. Luego vio el motor de gas de Lenoir, y sus ideas se orientaron
en la misma dirección que las de Daimler. También él llegó a la
conclusión de que uno de los productos derivados del petróleo se
adecuaría para la combustión en un motor de gas. Ese combustible no
sería costoso.
El
primer vehículo de Karl Benz alimentado con gasolina fue un triciclo
con motor de cuatro tiempos, basado en el principio de Otto. Benz
inventó su propio sistema de encendido eléctrico y rodeó al motor de una
envoltura por la cual circulaba agua fría como medio refrigerante. La
fuerza del motor era transmitida a las ruedas posteriores por dos
cadenas y un simple embrague intercalado en ellas. Para superar las
dificultades de las curvas -la rueda exterior tenía que moverse más
rápidamente que el interior-, Benz adoptó un invento inglés, el
diferencial, patentado por J. K. Starley en 1877.

El
vehículo se conducía con ayuda de un pequeño volante, ubicado sobre una
delgada barra dispuesta delante de un banquito que servía de asiento al
conductor.
Todos
los detalles de este coche fueron construidos personalmente por karl
Benz, y se convirtió así, en 1885 en el primer automóvil.
Benz
consigue una patente que le identifica como creador del primer
automóvil "capaz de moverse por sí mismo" con un motor de combustión
interna. Era un triciclo con la rueda delantera dirigible (pues no había
podido resolver los problemas de dirección con dos ruedas), un sólo
cilindro y 0,88 caballos.
El carruaje de Daimler

Gottlieb
Daimler construyó en 1886 su primer vehículo de cuatro ruedas; tenía el
aspecto de un carruaje al cual se habían olvidado de atarle los
caballos. Desde 1887 hasta 1889 trabajó en colaboración con su jefe de
ingenieros, Wilhelm Maybach, tratando de perfeccionar sus modelos.
El
coche que finalmente expusieron en la Exposición Mundial de París de
1889 -un vehículo para cuatro personas con motor refrigerado por agua y
con una caja de cuatro velocidades-, ya no era un carruaje sin caballos,
sino un medio de transporte de forma propia. Una firma francesa
constructora de coches adquirió la licencia para la fabricación de
automóviles Daimler, y esto dio origen al enorme progreso de esta
industria en Francia, que la llevó a ocupar el primer lugar entre todos
los países europeos, sitio que retuvo hasta la Primera Guerra Mundial.
En
1894 tuvo lugar en Francia la primera carrera de automóviles
(París-Ruán-París), que fue ganada por un Daimler con una velocidad
promedio de 32 kilómetros. También Karl Benz vendió una gran cantidad de
automóviles a Francia.
Un
modelo perfeccionado, de lujo, fue el Mercedes, nombre de la hija de un
socio de la firma francesa que había adquirido la patente a Daimler.

Los
Estados Unidos tuvieron que esperar varios años antes de fabricar su
primer auto. En 1893, un mecánico de ese país, Charles E. Duryea,
consiguió construir un vehículo con motor de gasolina, pero no pudo
regular su velocidad. Con su segundo modelo alcanzó una mayor
perfección.
Ford T: La revolución llega a Estados Unidos

En
1896 circuló por Detroit el primer coche con motor de gasolina
conducido por su constructor, Henry Ford. Él estaba convencido de que
América necesitaría, con sus enormes distancias y su riqueza rápidamente
creciente, cantidades ilimitadas de automóviles.
Ford,
más que inventor, era organizador y perfeccionador. Él conocía los
defectos principales de los autos europeos: estaban destinados, ante
todo, a los deportistas y a la gente de dinero, pero no al hombre común
ni a satisfacer su necesidad diaria. Los Estados Unidos de América
necesitaban un medio de transporte popular, barato y que consumiese
poco. Henry Ford logró este objetivo y su coche se vendió con éxito,
convirtiéndolo en uno de los hombres más ricos del mundo. Se trató de su
"modelo T".
Ford
levantó una fábrica propia para la construcción en serie de este coche.
Sobre una cinta transportadora de 300 metros de largo se construían los
coches uniendo sus diversas partes, en una época en que la mayoría de
los coches europeos eran construidos uno por vez por los mecánicos.
Autos con personalidad

Hacia
1910, ya se puso el motor en la parte delantera, que le dio al auto una
personalidad propia. Conforme fue aumentando la demanda, se hicieron
más estilizados. En las décadas de 1920 y 1930 aparecieron coches de
lujo diseñados por encargo del cliente que se llamaron autos clásicos.

Las
crisis del petróleo de las décadas de 1970 y 1980 se reflejaron en la
construcción de modelos de bajo consumo. La fabricación en serie de la
actualidad trata de abaratar costos que es lo que demanda el consumo.


En
la actualidad 2009 y 2010 existe una gran gama de diversos modelos de
vehículos: lujosos, económicos, eléctricos, híbridos, incluso vehículos
que pueden que llegar a volar.
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